Comportamiento de los principales índices de los mercados bursátiles de los países avanzados y emergentes, 2000-2019

Desde comienzos de 2019 asistimos a una subida generalizada de las bolsas mundiales.

En el cuadro se presenta la variación porcentual de los principales índices bursátiles de los países avanzados y emergentes (y la variación positiva máxima alcanzada, peak) desde comienzos de 2019.  Como se puede observar, todos los índices registran aumentos desde comienzos de año. Encabeza el ranking positivo el Shanghai Composite de China con un 17,88%, seguido del índice Hang Seng de Hong-Kong con un 13,61%, el índice CA 40 de Paris con un 12,2% y el índice S&P 500 de EE.UU. con un 12,03%. Y ya a más distancia, registran subidas más moderadas los índices DAXX (9,97%), el índice FTSE 100 del Reino Unido (6,38%%), el índice Nikkei de Japón (5,88%) y, por último, el índice Bombay SENSEX de la India (3,34%).

Evolución de los principales índices bursátiles desde enero de 2019

 

En el primer gráfico se presenta la variación porcentual de los principales índices bursátiles de los países avanzados y emergentes desde marzo de 2009, fecha que marca el inicio de la recuperación de los mercados tras el hundimiento provocado por las turbulencias de la crisis financiera internacional de 2007 (índice 9 de marzo de 2009 = 800).

Mercados mundiales desde marzo de 2009.
Evolución de los principales índices bursátiles desde marzo de 2009

 

Todos los mercados de valores presentan variaciones positivas desde marzo de 2009 hasta mayo de 2019, aunque con importantes divergencias. Encabeza el ranking, el índice Bombay SENSEX de la India con un +354,6% de avance, seguido del S&P 500 de EE.UU. (+325,6%) y del Nikkei 225 de Japón (+199,1%). Cierra el ranking el Shanghai Composite de China con un ligero avance del +37,0%.

En el siguiente gráfico se presenta la variación porcentual de los principales índices bursátiles de los países avanzados y emergentes desde el 1 de enero de 2000 hasta el 13 de mayo de 2019 (índice 9 de marzo de 2009 = 800).

Mercados mundiales desde el año 2000.
Evolución de los principales índices bursátiles desde comienzos de 2000

 

Desde el inicio del siglo XXI son las bolsas de tres países emergentes y la de EE.UU. las que han obtenido una mayor revalorización. En concreto, el índice Bombay SENSEX de la India avanza un 590,0%, el Shanghai Composite de China un 106,5% (a pesar del último periodo de caídas iniciado a mediados de 2015), el índice S&P 500 de EE.UU. un 93,2% y el índice Hang Seng de Hong-Kong, con un 64,4%.

El único mercado de valores que acumula pérdidas es el índice CAC 40 de París con un retroceso del 11,1%.

Un viaje de ida y vuelta: freno a la deslocalización y comienzo de la reubicación industrial (reshoring e insourcing) en los países avanzados

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El término “deslocalización” se utiliza de manera genérica para referirse a todo tipo de procesos que impliquen traslado (parcial o total) de actividades económicas a otros países.  Dentro del proceso general de deslocalización, se utiliza el término “offshoring” cuando la deslocalización se refiere exclusivamente a las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), mientras que se utiliza el término “externalización”  o “outsourcing” a la deslocalización que afecta al resto de actividades económicas.

La teoría económica del comercio internacional aporta múltiples razones para la deslocalización de las empresas.

En primer lugar, la teoría «clásica» del comercio internacional justifica el fenómeno de la deslocalización y del comercio intraindustrial en base a los factores que provocan diferencias de costes de producción entre países: i) la ventaja comparativa basada en las diferencias en la productividad relativa del trabajo en diferentes industrias (modelo ricardiano). En este caso, un país tenderá a producir los bienes que su factor trabajo produce de forma relativamente más eficiente; ii) o en su dotación relativa de factores productivos (modelo de Heckscher-Ohlin). En este caso, un país tenderá a producir relativamente más de los bienes que utilizan intensivamente sus factores productivos más abundantes

En segundo lugar, la existencia de comercio intraindustrial es otro de los argumentos clave para la deslocalización de empresas.  En este caso, cada país se especializa en variedades diferentes del mismo bien. Los factores determinantes de este tipo de comercio son tres:  i) las preferencias de los consumidores por distintas variedades de un producto generan una demanda de una amplia gama de bienes similares; ii) el hecho de que existan economías de escala en la producción de algunos bienes, implica que una empresa que se especialice en la producción de una determinada variedad de un producto, la venderá a escala mundial pero a su vez tendrá una ventaja de costes frente a las empresas que sólo produzcan para el mercado nacional; iii) el aumento de los costes de transporte operan – al contrario que los otros dos factores – en contra del comercio intraindustrial.

En tercer lugar, el fenómeno de la deslocalización puede estar fomentado por cuestiones medioambientales. En este caso se trataría de trasladar la producción a países con exigencias legales menos restrictivas que las nacionales.

Por último, algunas empresas inician un proceso de deslocalización por determinados factores de carácter espacial: i) por localizarse cerca de la producción de materias primas, en el caso de que su producción dependa intensivamente de las mismas; ii) por la cercanía geográfica a los grandes mercados en expansión; iii) por aprovechar “economías de aglomeración”, que se dan cuando aparecen economías externas a la empresa (que suponen reducción de costes) pero internas a la industria.

La deslocalización no se trata de un fenómeno nuevo, sino  que ha existido bajo diversas formas y nombres desde la década de los sesenta del siglo XX, aunque no con la dimensión y la intensidad que se generó a partir de la década de los noventa, años de mayor expansión económica en los países  avanzados, de impulso de la integración económica internacional y de avance en las  libertades políticas y en la consolidación institucional de muchos países emergentes. La reducción de las barreras comerciales, en especial de los aranceles, facilitó la entrada en los diversos mercados nacionales. La mayor presión competitiva que crea un mercado más globalizado llevó a la reducción de los costes de las empresas, entre ellos los laborales, y aumentó el atractivo de fabricar en zonas con salarios más bajos. Además, la aparición de los nuevos y extensos mercados de los países emergentes con claras perspectivas de expansión futura (China, India y los países de Europa central y oriental) ofrecía grandes oportunidades de negocio.

Pero en el último lustro el panorama está cambiando y se ha iniciado un viaje de vuelta de la producción manufacturera de los países emergentes a los países avanzados. El caso más evidente es el de EE.UU.

Las causas son múltiples, pero  cabe destacar el aumento de los costes de transporte por el importante encarecimiento del petróleo, el aumento de los costes laborales relativos en los países emergentes, la apreciación nominal y real de algunas monedas de los países emergentes, el impulso de la inversión en tecnología e innovación en los países avanzados, la mayor exigencia en la legislación de seguridad y en materia sanitaria en los países emergentes, entre otros.

Destaquemos, a título de ejemplo, algunos casos ilustrativos recientes de la «deslocalización inversa» o «reshoring» e «insourcing» a nivel internacional:

Y en el caso de España, algunos sectores como el juguete y el calzado están trasladando la producción de productos que antes fabricaban en países asiáticos a nuestro país:

La revista «The Economist» mantuvo recientemente un debate «on-line» y una votación a favor y en contra del «offshoring»y del «outsourcing». La pregunta era la siguiente: ¿Tienen la obligación las multinacionales de mantener una «fuerte presencia» en sus países de origen? La «fuerte presencia» se refería a la inversión, el empleo, la producción y las compras al menos en proporción a sus ventas en el país de origen. El no era defendido por el economista especialista en comercio internacional y defensor del libre comercio, Jagdish Bhagwati, catedrático de Economía de Columbia University, New York, EE.UU.

Indicadores de endeudamiento de las economías avanzadas

El último Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial (Global Financial Stability Report) publicado por el FMI en septiembre de 2011 alerta de que los riesgos para la estabilidad financiera mundial se han agudizado considerablemente en 2011. La debilidad del crecimiento económico en las economías avanzadas -que ya dura cinco años- está teniendo dos consecuencias negativas sobre la estabilidad financiera internacional. Por un lado, está incidiendo negativamente en los balances del sector público y del sector privado. Por otro lado, está también dificultando la díficil tarea que los gobiernos y los agentes privados (entidades financieras, empresas no financieras y hogares) tienen en relación a los pagos de la carga financiera generada por la deuda acumulada en sus balances.

En el cuadro adjunto (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se presentan las cifras que ilustran el nivel de endeudamiento y de apalancamiento de algunas economía avanzadas. Más

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